Bioevaluación de los ríos de Páramo en la cuenca alta de Río Chama en la Cordillera de Mérida. Venezuela

Abstract

Algunos ecosistemas son estratégicos por su dinámica de regulación hídrica local y regional; entre ellos se encuentra el Páramo. Este es un ecosistema con alta diversidad biológica y capacidad de captación de agua, por lo cual su mayor servicio ambiental es la oferta de agua. No obstante, alteraciones de diferente índole amenazan el estado de conservación de los páramos venezolanos y por ende el de sus sistemas fluviales. Como consecuencia la estructura y funcionamiento de las comunidades acuáticas son afectados. Usando las características de la biota de dichas comunidades es posible cuantificar el grado de afectación de los ecosistemas fluviales. Una manera de hacerlo es a través de los Índices Bióticos Integrados (multimétricos) o IBI, los cuales emplean los atributos de los ensamblajes bióticos, que responden ante las perturbaciones. Los IBI se basan en el concepto de Integridad biótica, la cual operativamente se puede considerar como el extremo óptimo de un gradiente que se extiende desde los más bajos hasta los más altos niveles de calidad biológica. Los IBI permiten evaluar que tan lejos o cerca se encuentra un ecosistema de su Integridad Biótica, a partir de la comparación de elementos representativos de la biota de sitios impactados, con los mismos elementos presentes en la biota de sitios referenciales con ninguna o poca intervención. En función de la situación de deterioro en que se encuentra el páramo en la cuenca alta del río Chama en la Cordillera de Mérida, y su importancia como proveedor de agua, nos planteamos desarrollar un IBI para evaluar la condición biológica y el estado ecológico de los ríos y quebradas de la zona usando los macroinvertebrados bentónicos. Para ello obtuvimos información cuantitativa y cualitativa sobre la comunidad de macroinvertebrados bentónicos y las variables fisicoquímicas, hidromorfológicas y de hábitat interno y externo al cauce de los ríos de la zona en 60 sitios durante un ciclo anual. Esta información permitió caracterizar biológica y ambientalmente los sitios bajo estudio. Analizamos la existencia de gradientes ambientales desde sitios poco impactados hasta sitios con gran impacto antrópico, a través del uso de herramientas de análisis multivariado y univariado. Encontramos que existen tres gradientes ambientales marcados: uno de condiciones hidromorfológicas, otro de condiciones fisicoquímicas, que varió según la estacionalidad de las precipitaciones, y un tercero asociado a la altitud y calidad del hábitat fluvial y ribereño. La caracterización biológica de los sitios reveló que la macrofauna bentónica, dominada por insectos y oligoquetos, respondió al gradiente altitudinal de calidad ambiental, con variaciones en la abundancia y composición de sus taxa. Estas no presentaron cambios debidos a la estacionalidad de las precipitaciones. Posteriormente, el IBI fue construido a partir de un conjunto de métricas biológicas indicadoras que respondieron consistentemente a variaciones del impacto antrópico. Estas fueron examinadas por medio del análisis de los percentiles de su distribución tanto en sitios con mínimo impacto antrópico o sitios de referencia como en sitios bajo distintos niveles de intervención. La composición de dicho conjunto de métricas fue variable de acuerdo con la época del año. Finalmente, de acuerdo con los valores obtenidos de Eficiencia Discriminativa (superiores a 60%), la cual es una medida que permite conocer la capacidad de un IBI para diferenciar entre sitios con distintos niveles de impacto, concluimos que el IBI desarrollado presentó un alto nivel de eficacia. Nuestros resultados mostraron que alrededor de un 65% de los sitios de los ríos estudiados se encuentran bajo un nivel de intervención Grave a Muy Grave y por tanto con una condición biológica Pobre a Muy Pobre. El porcentaje restante varía entre las categorías de condición biológica Buena a Muy Buena. Los sitios con la mejor condición biológica se encuentran estrictamente hacia las zonas más elevadas de la cuenca en donde el nivel de intervención es Mínimo o Leve. Se requiere con urgencia la acción conjunta de los distintos actores afectados directa o potencialmente por este estado de deterioro del ecosistema, para la promoción y aplicación de acciones capaces de frenar y mitigar el mismo. A nivel agrícola la alternativa es la adopción de un modelo de producción agroecológico que resulte más amigable con el ambiente que el modelo productivo empleado en la actualidad. A través de campañas de educación ambiental se podría incentivar el uso racional del recurso agua, asegurando en el futuro el acceso al mismo.